31 DE MARZO DE 1492

Los Reyes Católicos decretan la expulsión de los judíos


El 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos firmaban en Granada el decreto de expulsión de todos los judíos que no iniciasen su conversión. Los Reyes Católicos no eran en absoluto racistas y contaban en la administración con judíos que ocupaban puestos de responsabilidad evidente. La medida, sin duda polémica, debe entenderse desde el concepto de comunidad, dentro de un contexto de paz reciente y en un proceso de madurez monárquica. La monarquía dejaba de ser la institución paternalista de la Edad Media y pasaba a convertirse en una proyección de sus comunidades. La comunidad castellana, como la gallega, la navarra o la aragonesa, se definían por su credo y por su ley. En la nueva monarquía no cabían dos rangos de ciudadanía. Quien no cupiera en la comunidad establecida, debía marcharse.
     El establecimiento de la Santa Inquisición en 1478, con el cometido de velar por la pureza de las conversiones, fue un paso irreversible en el camino hacia la unidad religiosa. Se sospechaba que muchos judíos profesaban en secreto su antiguo credo y de ahí surgieron rumores, a menudo improbables y en cualquier caso muy residuales, de que dichos falsos conversos practicaban rituales sacrílegos e incluso sacrificios humanos. Verdad o no, los rumores elevaron el rechazo que ya existía hacia los judíos, cuyos hábitos eran desconocidos y su modo de enriquecerse a través del préstamo con interés, considerado un pecado de usura, ofendía al ciudadano común. Con justicia o sin ella, no cabía duda de que el problema judío quebraba la paz dentro de la comunidad.
     Para los Reyes Católicos la expulsión de los judíos suponía un serio revés económico. No cabe, pues, la interpretación de la expulsión en clave económica suponiendo que se cometió una expropiación de bienes. La medida exigía dos garantías para que hubiera evidencia de que se perseguía un credo y no una raza. Una fue precisamente la libre disposición de bienes y la otra, un plazo de cortesía que daba la oportunidad de acoger el catolicismo y evitar la expulsión. Los Reyes promovieron esta última y el clero intensificó su predicamento prometiendo grandes privilegios a los conversos, aunque la mayoría de los judíos escogió libremente el exilio.



Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1035  Muere Berenguer Ramón I y es sucedido por su hijo Ramón Berenguer I El viejo, que consolidó su herencia y unificó políticamente Cataluña con los «usatges».
1578  Asesinato de Juan Escobedo, secretario de Juan de Austria.
1621  Muere Felipe III El Piadoso, le sucede Felipe IV.
1889  Se inaugura la torre Eiffel en París.

30 DE MARZO DE 1615

Autorización real para la impresión de la segunda parte
de El Quijote


El 30 de marzo de 1615 Cervantes obtenía autorización para editar la segunda parte de su obra cumbre, El Quijote. Tenía ya sesenta y ocho años y había padecido todos los reveses de la vida. La publicación en 1614 de El Quijote de Avellaneda, una falsa continuación de su novela, le llevó a redoblar esfuerzos para terminar cuanto antes su segunda parte. A Cervantes le dolió este plagio, donde era tachado de viejo y lisiado, pero respondió de forma serena y elegante. «Lo que no he podido dejar de sentir es que me note de viejo y de manco, como si hubiera sido en mi mano haber detenido el tiempo, o si mi manquedad hubiese nacido en alguna taberna, sino en la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, no esperan ver los venideros».
     La segunda parte de El Quijote nada desmerece a la primera, pese a la advertencia del bachiller Sansón Carrasco de que «nunca segundas partes fueron buenas». En ella el caballero andante se muestra más ponderado y su locura se asemeja más a un juego. Don Quijote y su fiel escudero amplían su radio de acción y salen de La Mancha para adentrarse en el valle del Ebro y llegar a tierras catalanas. Cervantes reproduce acaso el agónico viaje que le llevó a Barcelona persiguiendo al conde de Lemos, su mecenas, en un desesperado intento por lograr que le incluyera en su corte de Nápoles, hacia donde embarcaba para ser virrey. Al conde de Lemos le dedicará la segunda parte de su Ingenioso Hidalgo, como también le dedicó aquel desgarrador prólogo de su Persiles, «ayer me dieron la extremaunción, y hoy escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan». Cervantes sentía «el pie ya en el estribo», y se aferraba a la vida, a su trabajo y a la protección de su señor.
     El Quijote es la primera novela moderna de la literatura y la mejor de todos los tiempos. Todo lo contiene, como si de una Biblia profana se tratase. Es vital y melancólica, trágica y humorística, descarnada y moral. Su publicación fue un éxito arrollador y tampoco así pudo Cervantes mejorar su hacienda, ni su fama, ni lograr mejores amigos, ni más poderosos mecenas. «Desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano». Fue enterrado con un sayal franciscano en el convento de las trinitarias descalzas.



Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1282  Revuelta en Palermo conocida como las Vísperas Sicilianas.
1743  Nace Francisco de Goya y Lucientes.
1844  Nace el poeta francés Verlaine.
1867  Estados Unidos compra Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares.
1948  El lobby español en Estados Unidos consigue introducir una enmienda en los debates previos para incluir a España en el Plan Marshall, pero finalmente Truman lo descarta.

29 DE MARZO DE 1830

Fernando VIIy la Pragmática Sanción


El 29 de marzo de 1830 Fernando VII promulgaba la Pragmática Sanción que dejaba sin validez la antigua Ley Sálica. Desde que comenzó su reinado no hubo más heredero al trono que su hermano don Carlos. De pronto, en unos pocos meses, todas sus opciones se iban al traste. Don Carlos no era un mal candidato, pero era de ideas tradicionalistas, partidario de una monarquía fuerte y de talante más entero que el veleta de su hermano. Por tanto la opción de don Carlos no gustaba nada a los liberales, que estaban llenos de proyectos de futuro.
     En mayo de 1929, la muerte de la reina Josefa Amalia cambió de pronto el panorama. El Rey estaba achacoso pero no tenía más de cuarenta y cinco años. Fernando quería un heredero y, para alegría de los liberales, contrajo matrimonio con María Cristina de Nápoles. La infanta Luisa Carlota, hermana de la prometida, mediaría en la elección. Los liberales cubrieron de loas a la nueva Reina, educada en una de las cortes más reaccionarias de Europa. El interés traza curiosas alianzas. En menos de un año el Rey anunciaba un descendiente, la infanta Isabel, y en marzo de 1830 promulgaba la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica.
     La Ley Sálica había sido implantada por Felipe V, rompiendo con el viejo orden sucesorio de Castilla implantado en Las Partidas de Alfonso X el Sabio, que daba prioridad al varón pero dejaba reinar a la mujer en ausencia de descendientes masculinos.
     Con todo, el problema sucesorio no estaba resuelto. Los partidarios de don Carlos, bien organizados después de todo un reinado aguardando su momento, ejercieron una presión considerable, presagiando el peligro de un conflicto civil ante la juventud del sucesor y el largo periodo de regencia que se esperaba. Las presiones dieron resultado y el Rey ordenó derogar la Pragmática Sanción. Buena noticia para los carlistas. Aún quedaba una última jugada, que contó con la connivencia de María Cristina, la cuñada del Rey, y el Partido Liberal. Luisa Carlota consiguió entrar en La Granja y persuadir al Rey para revertir el proceso y derogar la Ley Sálica, y así se hizo el 28 de septiembre de 1832. No habría más movimientos y un año después moría el monarca. La inevitable consecuencia sería la guerra.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1412  Empiezan a llegar los compromisarios a Caspe.
1540  Se celebra la primera corrida de toros en Lima, Perú.
1541  Se funda la ciudad de Bahía, una de las más antiguas de Brasil.
1788  Nace Carlos María Isidro de Borbón, el aspirante carlista al trono de España.
1936  Amplio apoyo a Hitler (98 por ciento) en el plebiscito alemán a su política internacional.

28 DE MARZO DE 1844

El duque de Ahumada crea la Benemérita


El 28 de marzo de 1844 se firma el primero de los reales decretos por los cuales se crea la Guardia Civil. Isabel II reina en España y el general Narváez es su presidente del Gobierno. Tras la Guerra de la Independencia el país ha dado síntomas de inseguridad. El bandolerismo asola las zonas rurales y los caminos son lugares idóneos para el asalto y la emboscada. Para patrullar estas zonas se crea un cuerpo militarizado cuyas líneas organizativas trazará un militar de prestigio, el duque de Ahumada.
     Ahumada toma como referencia a la Gendarmería francesa y trata de imprimir en el nuevo cuerpo un fuerte sentido del honor y del deber, sujetado en una rígida disciplina, algo así como un cuerpo de élite militarizado y caballeresco. Se dividió el cuerpo en trece tercios, doce peninsulares y uno insular, especializados en el conocimiento del terreno. No en vano iban a ser los guardianes de los caminos y los garantes de las comunicaciones y el comercio.
     Uno de los aspectos más singulares de la Benemérita fue desde el comienzo su peculiar indumentaria. Ahumada quiso que el aspecto de los guardias fuese «severo, elegante y vistoso». Debían presentar una imagen que infundiera respeto y a la vez fuese reconocible. Entre sus iconos figura el popular tricornio, sombrero de tres picos propio de la caballería, que en el caso de la Benemérita usaron también las fuerzas de infantería. Hoy las dimensiones de este sombrero han mermado considerablemente, al igual que los materiales con que se fabrica. Curioso es también el bigotillo fino, idea que nuestro imaginario asocia al guardia civil de forma arquetípica y que no carece de base. Las ordenanzas del cuerpo obligaban a que éste cubriera todo el labio sin extravagancias estéticas y sólo los jefes y oficiales podían gastar perilla o patillas.
     La Guardia Civil ha sido históricamente el cuerpo más cercano al ciudadano, durante años el único existente, y su iconografía, que poco ha cambiado desde aquellas parejas envueltas en capas patrullando los caminos, nos recuerda que siguen prestando su fundamental servicio al ciudadano y, por supuesto, al país, como rezan las tablillas de sus cuarteles: «Todo por la patria».



Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1515  Nace Santa Teresa de Jesús.
1899  Marconi establece comunicación entre las dos orillas del Canal de la Mancha.
1939  Franco entra victorioso en Madrid.
1961  Nehru inaugura la acerería de Rourkeia en la India.
1979  Accidente nuclear en la central de Three Mile Island (Pensilvania).

27 DE MARZO DE 1513

Juan Ponce de León en La Florida


Mucho se esperaba encontrar en el Nuevo Mundo en los albores de la población y evangelización del mismo. Muchos soñaban con El Dorado y se arriesgaban, y a menudo morían, en ríos y selvas al otro lado de los cuales no había nada. Juan Ponce de León (1460-1521) pretendió encontrar la Fuente de la Eterna Juventud, además de inconmensurables tesoros. Grande debía de ser su ansia descubridora cuando se embarcó en el segundo viaje de Colón, en 1493. Era ya un hombre maduro y un militar con experiencia, que hasta el año anterior había combatido en la conquista del reino de Granada, que marcó el final de la Reconquista. Colaboró con Ovando en la ocupación de La Española y, en 1508, recibió de él la orden de apoderarse de la isla de San Juan Bautista, llamada por los indígenas Borinquén y que sería en el porvenir Puerto Rico, cosa que hizo con éxito y no demasiadas dificultades, gracias a los buenos oficios de los sacerdotes que le acompañaban, que convirtieron al cristianismo al cacique Agüeybaná. Al parecer, Diego Colón no le tenía demasiada simpatía, y probablemente tuviera buenos motivos para ello, puesto que Ponce carecía de las virtudes del poblador y del evangelizador y sólo se movía por codicia: pero, a pesar de la oposición del hijo del almirante, consiguió ser nombrado gobernador de la isla que había conquistado. Pero la fe del jefe no prosperó entre sus vasallos, que, una vez muerto él, se rebelaron contra Ponce y su régimen de trabajos forzados en la construcción de ciudades y las minas de oro. La sublevación fracasó y las represalias fueron tremendas. Diego Colón había iniciado un proceso en su contra en la corte y había conseguido que fuese destituido de su cargo de gobernador de Puerto Rico por abusos de poder ya en 1511. Pero él quería más, mucho más, de modo que abandonó el mando en Puerto Rico e inició una serie de viajes de exploración que le llevaron, el día de la Pascua de Resurrección, la Pascua Florida, el 2 de abril de 1513, a un lugar al que, por esa circunstancia llamó Florida, y a partir del cual se dedicó a la búsqueda de la Fuente de la Juventud. Tanto Fernández de Oviedo como López de Gomara mencionan esa exploración, aunque ambos dicen que Ponce iba tras las míticas aguas de Bikini. Emprendió su último viaje en 1521, con poca suerte, ya que fue herido por una flecha envenenada. Yace en la catedral de Puerto Rico.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1802  Paz de Amiens. España recobra Menorca y Olivenza pero pierde Trinidad.
1848  Conato revolucionario en Madrid, eco lejano de las que se suceden en Europa.
1854  Francia e Inglaterra le declaran la guerra a Rusia, lo que origina la Guerra de Crimea.
1940  Himmler ordena la construcción del campo de concentración de Auschwitz.
1942  La Real Filarmónica de Viena cumple cien años.

26 DE MARZO DE 1929

El avión Jesús del Gran Poder aterriza en Brasil


El 26 de marzo de 1929 el avión español Jesús del Gran Poder aterrizaba en la ciudad brasileña de Bahía. Había partido de Sevilla dos días antes, pilotado por los capitanes Ignacio Jiménez Martínez y Francisco Iglesias Brage. La travesía había recorrido 6.550 kilómetros después de 43 horas y 50 minutos de vuelo ininterrumpido sobre el océano Atlántico.
     El Jesús del Gran Poder era el segundo de los dos modelos Breguet 19TR Bidon adquiridos por Aviación Española. Contaba con dos motores de 600 CV y un depósito de casi cinco mil litros que le daba autonomías de vuelo de entre siete y ocho mil kilómetros. El Breguet era un avión francés muy reciente que se fabricaba en Getafe desde 1924. El modelo TR Bidon estaba especialmente acondicionado para vuelos de larga duración y, por entonces, España era una de las grandes potencias mundiales en los raids de aviación, competiciones que ponían a prueba la autonomía de los aviones y la resistencia de los pilotos en las rutas trasatlánticas.
     El Jesús del Gran Poder había sido bautizado por la reina doña Victoria Eugenia en abril de 1928. Un mes después partía de Sevilla con la intención de batir el récord de vuelo sin escalas, fijado en 6.294 kilómetros por los aviadores Chamberlin y Levine, pero una tormenta de arena les obligaba a tomar tierra en Iraq cuando apenas había superado los 4.500 kilómetros. El 24 de marzo de 1929 los mismos pilotos volvían a intentarlo, teniendo que aterrizar en Bahía por falta de combustible, sin que el avión diera muestras de marchar forzado. Habían recorrido 6.550 kilómetros pero el récord de los franceses ya no estaba vigente y la marca se situaba ahora en 7.188 km, gesta lograda por dos pilotos italianos, Ferrari y Del Prete.
     Con el depósito del avión lleno, Jiménez y Brage continuaron el viaje en un itinerario que les llevó por Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Panamá. En total recorrieron 22.000 kilómetros en 125 horas de vuelo, batieron los récords españoles de duración y distancia y lograron la segunda marca mundial de distancia sin escalas.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
0631  Los nobles hispanos acaudillados por Sisenando y con la ayuda del rey franco Dagoberto, deponen al rey godo Suintila.
1244  Tratado de Almizrra entre Jaime I y el infante castellano Alfonso.
1618  El duque de Lerma es nombrado cardenal por Paulo V.
1753  Voltaire abandona la corte de Federico el Grande.
1942  Comienzan las deportaciones de judíos al campo de concentración de Auschwitz.

25 DE MARZO DE 818

El emir Al-Hakam reprime la revuelta del Arrabal


El 25 de marzo de 818 el emir Al-Hakam reprimió con violencia una de las muchas revueltas a las que se había acostumbrado su reinado, esta vez en el Arrabal de Córdoba. El Arrabal de Córdoba era una zona densamente poblada que había crecido al otro lado del río Guadalquivir a raíz del puente construido por Hisham I. Convivía en esta zona gente muy pobre con una minoría de alfaquíes malekitas que trabajaban como maestros de escuela. Los alfaquíes eran intérpretes de las leyes, lo que en el mundo musulmán significa ser jurista y a la vez teólogo, y los de Córdoba habían sido además asesores palaciegos en tiempos de Hisham I. Defenestrados por Al-Hakam y en un entorno en el que era fácil rentabilizar descontentos, los alfaquíes del Arrabal vertieron su propaganda sobre sus vecinos, culpando al emir de excederse en los tributos, alejarse de la ortodoxia religiosa y actuar como un déspota. La llama prendió en el año 805 y el emir tuvo que ejecutar a 72 personas, entre ellas algunos notables alfaquíes. Sobre estas brasas nunca apagadas se fraguó la revuelta de 818. Encendió la mecha la muerte en el zoco de un armero a manos de un mameluco de la guardia personal del emir. El barrio se levantó en armas y marchó hacia el palacio del emir. Éste mandó a sus hombres arrasar el Arrabal e incendiarlo y la muchedumbre, al ver arder sus casas, marchó a salvar lo que pudiera. A la salida del puente les esperaba, cimitarra en mano, la guardia del emir. La represalia fue atroz y Al-Hakam ordenó crucificar boca abajo a más de 300 cabecillas.
     De los supervivientes, un gran número decidió salir de la Península y olvidar lo sucedido en mejores tierras. Algunos se asentaron en Fez, pero otro grupo llegó hasta Alejandría, ciudad que llegaron a dominar por pura mayoría, lo que muestra el gran número de habitantes que tenía el Arrabal. Sin embargo, el califa Al Paxid ordenó al gobernador de la región la expulsión de los cordobeses y éste, viendo la utilidad de este pueblo numeroso y bien organizado, le dio a elegir entre el destierro a la isla de Creta o la guerra. Sin opción, los cordobeses marchan a Creta, histórica plaza bizantina que el califa quería recuperar, y consiguen tomarla, llegando a dominarla durante un siglo y medio. Los cordobeses de Creta, muchos de ellos hispanogodos conversos, administraron la isla, construyeron una gran flota para su defensa y ocasionalmente se dedicaron a la piratería. No fue hasta el año 961 cuando los bizantinos, gracias a un ardid, pudieron reconquistar la isla, aunque en ella quedaron ya para siempre un buen número de aquellos pacíficos y voluntariosos cordobeses.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1409  Se inicia el Concilio de Pisa con el objetivo de resolver el Cisma de Occidente.
1523  Se coloca la primera piedra de la catedral de Granada.
1767  Nace Murat, el general napoleónico responsable de los fusilamientos del 3 de mayo.
1789  Goya es nombrado pintor de Cámara por Carlos IV.
1957  Firma del Tratado de Roma por el que se crea la Comunidad Económica Europea.

24 DE MARZO DE 1808

Fernando VIIhace su entrada triunfal en Madrid


El 24 de marzo de 1808 Fernando VII entraba triunfalmente en Madrid como Rey de España. Su padre Carlos IV acababa de abdicar en penosas circunstancias y el joven Fernando se aferraba al trono con la esperanza de recibir el beneplácito de Napoleón. Todo había surgido del «partido fernandino», que alimentaba en el príncipe Fernando el odio que una parte de la aristocracia le tenía a Godoy, el hombre fuerte de Carlos IV, que llegó a sustituir al monarca incluso en la alcoba. Los hechos se precipitaron cuando el Rey concedió a Godoy el título de Alteza Serenísima y Fernando, que temía por su herencia, se prestó al complot. Godoy, que tenía excelentes informadores, descubrió en el cuarto del monarca el epicentro de la llamada Conjura de El Escorial, que pretendía derribar al monarca y coronar al príncipe. Carlos IV perdonó a Fernando, que tuvo que humillarse, pedir perdón y delatar a los suyos, aunque curiosamente salió reforzado del envite. Los detractores de Carlos IV y su valido eran tantos y la situación del país tan caótica, que la ocasión se volvería a presentar, esta vez en el llamado Motín de Aranjuez. Godoy era por fin depuesto y el Rey forzado a abdicar.
     Fernando VII, el rey ambicioso, el felón, el ladino, gozaba fugazmente de las mieles del triunfo. A lomos de un caballo blanco entraba en Madrid por la Puerta de Atocha entre vítores y guirnaldas. Aún no era «El Deseado», pero el pueblo de Madrid ya le aclamaba. El Rey era un hombre corpulento, de mirada incómoda y algo aviesa, guasón y chabacano, generoso en las dádivas y populista, muy populista, encantado de rodearse de su pueblo y sentirse cercano. De tener más fuerte voluntad o haberle tocado un tiempo más agradecido, hubiera pasado a la historia como un rey querido, pero enfrente tenía nada menos que a Napoleón, y así no iba a tener arrestos para reinar. Las tropas de Napoleón habían ocupado España, en principio de paso, para hacer la guerra en Portugal, pero el hecho es que estaban por todas partes. Fernando y su padre fueron reclamados por Napoleón en Bayona. Ninguno regresaría. Lo haría José Bonaparte, el «hermanísimo», don Pepe Botella para el ingenio popular. Fernando VII había consumado la doble traición, primero a su padre, luego a su pueblo. Mientras él abdicaba con vergüenza, el pueblo clamaba por su vuelta y por él se dejaba la sangre en las calles de Madrid y en los prados de Bailén.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1809  Nace Mariano José de Larra.
1814  Fernando VII desvía su itinerario a Zaragoza en su regreso a España.
1887  Robert Koch explica en Berlín su descubrimiento del bacilo de la tuberculosis.
1920  Un decreto del papa Benedicto XV declara a la Virgen de Loreto patrona de los aviadores.
1976  Golpe de Estado militar de Videla en Argentina, que depone a la presidenta Isabelita Perón.

23 DE MARZO DE 1766

Comienza el Motín de Esquilache


Cuando se repite el asentado lugar común de que el rey Carlos III fue el mejor alcalde que ha tenido Madrid, se olvida a su ministro de Hacienda, Leopoldo di Gregorio, marqués de Esquilache, que, cuando retornó a su país natal se quejó diciendo que «yo he limpiado Madrid, le he empedrado, he hecho paseos y otras obras... merecería que me hiciesen una estatua, y en lugar de esto me ha tratado tan indignamente». Había sido inspector de aduanas cuando el que llegaría a ser Carlos III de España era aún Carlos VII de Nápoles, iniciándose así una relación que duraría hasta la muerte del marqués, en 1785. Ya en España, el monarca lo puso primero al frente de la Hacienda real y luego a cargo de la Secretaría de Guerra. Pero no dejaba de ser un ministro extranjero, que suscitaba todas las desconfianzas en la nobleza local, que le era mayoritariamente hostil. Tampoco la Iglesia sentía especial simpatía por él desde el momento en que estableció un impuesto para los bienes en desuso del clero y, en definitiva, su sumisión al Estado. En cuanto al pueblo llano, que pasaba necesidades y veía aumentar los precios, el lujo de la corte lo enardecía. Todo eso se conjugó para que una de las numerosas medidas de control de la población, establecida con muy buen criterio por Esquilache, diese lugar a una rebelión de las capas más bajas, alentadas por la aristocracia que se veía postergada. Dicha medida consistía en la prohibición del uso del sombrero de ala ancha o chambergo y de las largas capas que eran corrientes en la época y se consideraban castizas, a pesar de haber sido introducidas apenas un siglo antes por los soldados flamencos del general Schömberg, durante la regencia de Mariana de Austria. Esquilache pretendía imponer el tricornio, que dejaba el rostro enteramente al descubierto, y la capa corta, que impedía ocultar armas. Unas cuarenta mil personas participaron en la revuelta, que se extendió más allá de Madrid. Ante los riesgos que aquello suponía para la corona, Esquilache tuvo que emprender el camino del exilio hacia Italia, desde donde reclamó su rehabilitación. Seis años más tarde, Carlos III lo nombró embajador en Venecia, puesto en el que permanecería hasta su muerte.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1749  Nace en Normandía el futuro conde de Laplace, eminente matemático.
1793  Publicación del manifiesto que da lugar a la Guerra de los Pirineos o de la Convención.
1889  Comienza el juicio por el crimen de la calle Fuencarral, que apasionó a la opinión pública española.
1901  Joaquín Costa presenta Oligarquía y caciquismo, el gran libro del Regeneracionismo.
1933  El Reichstag aprueba una ley que concede plenos poderes a Hitler.

22 DE MARZO DE 1369

Enrique de Trastámara mata a su hermano Pedro I


El 22 de marzo de 1369 Enrique de Trastámara mataba a su hermano Pedro I en Montiel y encontraba vía libre para ocupar el trono de Castilla. Lo que así contado puede parecernos la historia de una usurpación fue, sin embargo, una jugada que habría de aportar enormes beneficios a la corona castellana. Cuando el gran rey Alfonso XI moría a causa de la peste en 1350, dejaba un hijo legítimo, Pedro, y una extensa prole de hijos bastardos fruto de sus amoríos con una dama sevillana, Leonor de Guzmán. A Pedro I se le apodaba El Cruel pero hay quien ha querido verlo como un justiciero por su oposición a la nobleza en favor del pueblo. Cierto es que convocó las Cortes de Valladolid tomando medidas muy adelantadas a su época, pero también aplicó castigos desmedidos tendentes al ensañamiento. Su reinado creó una gran división entre la nobleza y llevó a Castilla a la guerra civil, imponiéndose en ella la casa Trastámara.
     Enrique de Trastámara era, junto a su hermano gemelo Fadrique, el mayor de los hijos naturales de Alfonso. Desde pequeño gozó de privilegios nobiliarios y pudo casar con doña Juana Manuel, hija del ilustre literato y sobrina nieta de Alfonso X el Sabio, lo que le abría una nueva línea de derecho al trono. Enrique se perfiló pronto como el principal aspirante al trono de Pedro I, capitalizando todo el descontento que generaba su sangrienta política. Con todo, Pedro fue un excelente militar que supo contrarrestar su escasa habilidad política con la fuerza de sus armas. Enrique no andaba muy a la zaga en argumentos militares, pero era además mucho mejor diplomático. Su triple «entente» con Francia, Aragón y el Vaticano inclinaría de forma decisiva el signo de la contienda, aunque Pedro, casi por descarte, se alineara con Eduardo III de Inglaterra.
     La guerra castellana llegará a su fin en los campos de Montiel. Las huestes de Pedro hincan por fin la rodilla y el monarca debe refugiarse. Se encuentra cercado y sin escapatoria. Entonces trata de pactar su huida con el jefe militar de Enrique, Bertrand du Guesclin, que finge aceptar y le cita en su tienda. Allí le espera su hermanastro. Pedro y Enrique se enfrentan cuerpo a cuerpo ante la mirada del francés, que finalmente decide participar, al parecer justificándose: «Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor». Enrique II fue desde entonces un notable monarca, capaz de pacificar el país ligando la nobleza al desarrollo económico por encima de confabulaciones políticas y sentando las bases del glorioso proyecto que Castilla sería capaz de comandar en el futuro.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1506  Fernando el Católico, viudo, se casa con Germana de Foix, sobrina de Luis XII.
1531  Enrique VIII es proclamado jefe de la Iglesia anglicana.
1594  Enrique IV, que ha abjurado del protestantismo, hace su entrada triunfal en París, demostrando que la ciudad del Sena «bien vale una misa».
1763  Se crea el Cuerpo de Artillería de la Armada española.
1918  Se forma un Gobierno nacional o de concentración, con Maura al frente, para afrontar los problemas del país.

21 DE MARZO DE 1626

Nace San Pedro de San José de Betancourt


El 21 de marzo de 1626 nacía el primer santo de las Islas Canarias, San Pedro de San José de Betancourt. Procedía del mismo linaje que aquel Juan de Betancourt que se propuso la conquista de las Canarias a principios del siglo xv. Pedro de San José era hijo de pastores y agricultores, de noble origen pero humilde condición, y unas profundas convicciones cristianas. Pasó su infancia en las laderas del Teide, cuidando del rebaño y dedicando sus largas horas de soledad al rezo y la meditación. Guardaba los ayunos con gran empeño, como había visto hacer en su casa. De su padre heredaría la gravedad ascética y de su madre la fe viva y alegre. Al morir su padre, la madre quiso casarlo con una buena moza; pero Pedro de San José ya había sentido la llamada de su destino. Quería consagrar su vida a Dios, y la evangelización del Nuevo Mundo, de donde llegaban noticias fascinantes, le atraía más que ningún otro destino.
      A los veintitrés años, el joven Pedro dejó Vilaflor de Tenerife para embarcarse rumbo a América. Llegado a La Habana cayó gravemente enfermo y su convalecencia le acercó a los pobres y desfavorecidos de aquellas tierras, experiencia que le movería a la caridad y a vivir junto a los desheredados una vida de humildad y pobreza, siguiendo el ejemplo de Cristo. Será entonces cuando escuche por primera vez el nombre de Guatemala y, sin tener referencia de aquel lugar, exclamará «a esa ciudad quiero ir». Y así lo hizo.
     En Guatemala tratará de realizar estudios eclesiásticos, pero su falta de formación, la dureza ascética de sus costumbres y el constante trasiego de su vida caritativa le llevarán a fracasar. «Topo en las letras y águila en devoción», dirá de él algún biógrafo. Otros le declaraban «doctor en humildad» y «sabio en misericordia». En efecto, sus carencias formativas no mermaron un ápice la grandeza de sus obras, endureciendo aún más su férrea voluntad.
     Betancourt se dedicó a visitar hospitales, cárceles y hospicios para conocer todas las experiencias de marginación y necesidad: jóvenes sin trabajo, huérfanos, vagabundos, hombres arrojados a la mala vida. Creó para ellos una fundación de acogida donde se preocupó por su instrucción cívica, intelectual y religiosa. El iletrado se convertía así en el maestro de los necesitados y su ejemplo de humildad llevaría a un grupo de franciscanos a unirse a su misión, creando la Orden Hospitalaria de Belén, conocida como los Betlemitas.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1344  Yusuf entrega Algeciras, lo que permite el dominio cristiano del Estrecho.
1804  Es fusilado por Napoleón el príncipe de Condé y duque de Enghien.
1829  Gran terremoto en la Vega Baja alicantina que destruye la ciudad de Orihuela.
1871  El emperador Guillermo I de Alemania inaugura el primer parlamento alemán y concede a Bismarck el título de príncipe imperial.
1963  El gobierno de Estados Unidos cierra la prisión de la isla de Alcatraz, debido a la contaminación que producía en la Bahía de San Francisco.

20 DE MARZO DE 1915

Descubrimiento del primer asteroide por científicos españoles


El 20 de marzo de 1915 el científico catalán José Comas i Solá descubría el asteroide 804 y le ponía de nombre Hispania. Era el primero visualizado por científicos españoles y su artífice no podía ser otro que el astrónomo José Comas, el gran impulsor de esta ciencia en España. José Comas i Solá fue un genio de vocación precoz que a los seis años hacía gala de sus eruditos conocimientos con la doncella y a los doce escribía su primer libro. A los dieciséis años ya había publicado en una revista internacional un estudio sobre un meteorito caído en Tarragona. Poco después de licenciarse, y ayudado por un precario telescopio de 108 milímetros, fue capaz de dibujar un mapa del relieve de Marte, aportando a todos los estudios realizados hasta entonces nuevos aspectos sobre el contorno de los canales de su superficie y sus variaciones. Además de talento, no cabía duda de que Comas tenía una vista prodigiosa.
     En 1901 ingresa en la Real Academia de las Ciencias de Barcelona. Méritos como científico le sobran, pero además es un ingenioso divulgador que escribe desde hace años en La Vanguardia. «La vulgarización científica para mí ha sido siempre un deber, pues la cultura entiendo que es la base de la dignificación y perfeccionamiento de nuestra alma», diría. Comas i Solá no es sólo el único astrónomo español cuyas investigaciones son publicadas y ponderadas en el extranjero, sino que además es el único que se afana en acercar la ciencia al gran público, en hacerla digerible. Como consecuencia de su esfuerzo divulgador, el marqués de Alella, Emil Fabra, donará 250.000 pesetas para la construcción de un observatorio en el monte Tibidabo de Barcelona, el Observatorio Fabra, que Comas dirigirá hasta su muerte en 1937.
     Desde este centro y desde el pequeño observatorio instalado en la terraza de su casa, Villa Urania, realizará sus más importantes descubrimientos:entre ellos dos cometas y once asteroides, entre los que destaca el primero, de nombre Hispania, y el tercero, el Barcelona, muy peculiar por la acusada inclinación de su órbita. También estudió el planeta Júpiter, descubriendo la atmósfera de su principal satélite, Titán, y fue pionero en el empleo del cinematógrafo para grabar los eclipses. A su muerte, la comunidad científica le homenajeó poniendo su nombre a un gran cráter del planeta Marte.



Otras efemérides de este día que deberías conocer:
0842  Muere Alfonso II el Casto, le sucederá Ramiro I.
1800  Los franceses derrotan a los turcos en la batalla de Heliópolis, una de las últimas de la campaña de Egipto iniciada por Napoleón dos años antes.
1865  Expediente a Castelar por su célebre artículo «El Rasgo».
1906  Ley de Jurisdicciones, por la cual se dirimirán en tribunales militares los ultrajes al ejército.
1945  La isla de Iwo Jima es tomada por los americanos tras un mes de lucha y 40.000 soldados de ambos bandos fallecidos.

19 DE MARZO DE 1812

Se aprueba la Constitución de 1812, «La Pepa»


El 23 de marzo de 1808, cuatro días después del Motín de Aranjuez, que culminó con la abdicación de Carlos IV y el ascenso al trono de Fernando VII, Murat entró en Madrid. Fernando VII abdicó en las vergonzosas Capitulaciones de Bayona en favor de Bonaparte, quien a su vez cedió el trono español a su hermano, José I. Sólo cinco semanas pasaron antes de que el pueblo de la capital se levantara en armas contra el invasor francés, el 2 de mayo. El movimiento, en principio espontáneo y local, se extendió a toda España y, en los meses siguientes, se organizó en las que se denominaron «juntas» de gobierno, que a su vez pronto se agruparon en una Junta Gubernativa Central, con sede en Aranjuez, posteriormente trasladada a Sevilla. El primer dirigente reconocido de la Junta fue el conde de Floridablanca, antiguo ministro ilustrado de Carlos III y Carlos IV, partidario, al igual que Jovellanos, de la preservación del orden y de la restauración de la monarquía absoluta encarnada en Fernando VII. Las reformas de José I, por otra parte, atrajeron a su bando a no pocos ilustrados españoles, los llamados «afrancesados». Pero de lo que se trataba era de conservar un Estado propio, capaz de quitarse de encima a Napoleón. Esto requería una nueva Constitución y con esa finalidad fueron convocadas unas Cortes Generales en Sevilla, en 1809. Ante el avance de las tropas francesas, los constituyentes se desplazaron a la Isla de León, esto es, a San Fernando, y poco más tarde a Cádiz. Las deliberaciones fueron prolongadas y minuciosas, ya que había que resolver problemas como el de las posesiones de ultramar, convirtiéndolas en provincias del nuevo Estado, de modo que el artículo primero decía en su redacción final que «la Nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios». Finalmente, el texto definitivo fue aprobado el 19 de marzo de 1812, día de San José, a lo cual la Constitución debe el mote de «la Pepa». Sólo estuvo en vigor hasta 1814, cuando, a su regreso, Fernando VII la abolió. La existencia misma de una Constitución ponía límites al absolutismo. No obstante, el alzamiento del general Riego obligó a Fernando a restaurarla durante el llamado «Trienio Liberal» de 1820-1823, que terminó bruscamente cuando la Santa Alianza ordenó el envío a España de los «Cien Mil Hijos de San Luis» en auxilio del monarca, dando inicio a la «Década Ominosa» de 1823-1833.


Otras efemérides de este día que deberías conocer:
0914  El monarca leonés García I muere tras ser herido en Arnedo y le sucede Ordoño II.
1601  Nace en Granada el pintor Alonso Cano.
1808  Carlos IV abdica en su hijo Fernando VII.
1813  Nace en Escocia el explorador David Livingston.
1945  El conde de Barcelona hace público el manifiesto de Lausana.

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Pedro García Luaces

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