31 de Octubre de 1850

Sesión inaugural en la nueva sede de las Cortes


En el terreno en que hoy se encuentra el Palacio de las Cortes, entre la Carrera de San Jerónimo y la actual calle de Zorrilla, se alzó el primer edificio de esa calle, el convento del Espíritu Santo, de la orden de los Mínimos de San Francisco de Paula, que se incendió en 1823. En 1834, aunque no reunía las condiciones materiales, los moderados de Martínez de la Rosa empezaron a reunirse en la subsistente y desconsagrada iglesia del antiguo monasterio. Llegado al poder el Partido Progresista, se decidió construir en ese sitio una sede permanente para las Cortes. Se encomendó el proyecto al arquitecto Narciso Pascual Colomer. Isabel II inauguró el palacio el 31 de octubre de 1850 y los diputados pudieron trasladarse desde su lugar provisional, en el salón de baile del Teatro Real. La fachada del edificio, tardíamente neoclásico, está en la Carrera de San Jerónimo. La entrada monumental erigida por Colomer consiste en un pórtico de seis columnas corintias que sostienen un frontón triangular con bajorrelieves en los que se representa a España con la Constitución, en el centro, e imágenes de la Fortaleza, la Justicia, el Valor, las Ciencias, la Armonía, las Bellas Artes, la Agricultura, el Comercio, los Ríos, la Abundancia y la Paz, a los lados, obras todas ellas de Ponciano Ponzano. Tras el pórtico, se encuentran las puertas de bronce que sólo se abren los días en que el Rey abre las sesiones de una legislatura. La entrada habitual se encuentra en la calle lateral, la de Floridablanca, cerrada al paso de vehículos. A los lados del pórtico, que se alza a la altura de tres plantas, éstas se hacen visibles con sus ventanas rectas. Al pórtico se accede por una escalera monumental, con un león de bronce a cada lado, fundidos ambos por Ponzano en 1866 con los cañones capturados al enemigo en la guerra de África de 1860. Dice la leyenda que al principio, dada la escasez de fondos del momento, se pidió a Ponzano que hiciera los leones en yeso y los cubriera con una pintura que simulara el bronce. Pero estas esculturas, colocadas en 1851, se deterioraron rápidamente. Finalmente, el ejército resolvió el problema, después de un roce con la reina, que no quiso que se mandaran hacer en París, con toda razón: ¿cómo se iban a fundir en el extranjero unas figuras que aspiraban a ser símbolo de la nación? El pueblo de Madrid no tardó en dar nombre a los leones: Daoíz y Velarde, los dos capitanes que dieron la vida en el levantamiento del Dos de Mayo.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1214  Fallece Leonor Plantagenet, reina de Castilla.
1512  Se inauguran los frescos de la Capilla Sixtina pintados por Miguel Ángel.
1520  Adriano de Utrecht, regente gobernador de Castilla, declara oficialmente la guerra a la Junta Santa.
1795  Nace el poeta irlandés John Keats.
1984  Asesinada la primera ministra india, Indira Gandhi.

30 de Octubre de 1340

Batalla del Salado, el golpe definitivo a los benimerines


El 30 de octubre de 1340 las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. No sería hasta 150 años después cuando la caída del reino nazarí de Granada pusiese fin a la Reconquista pero en términos de esfuerzo bélico, la batalla del Salado y la posterior conquista de Algeciras dejarían al enemigo musulmán visto para sentencia. En tiempos de Alfonso XI la amenaza musulmana se reducía al poderoso reino de Granada y sus eventuales aliados benimerines del norte de África, apostados en torno a la ciudad de Algeciras. En aquella época la gran batalla con los musulmanes no se libraba por el control de la Península, tarea ya imposible para los ellos, sino por el dominio del Estrecho y sus principales enclaves defensivos: Gibraltar, Algeciras y Tarifa. En 1339, al poco de terminar una tregua con Castilla, los benimerines comenzaron a desembarcar sus tropas en la Península. Alfonso mandó a su almirante Jofré Tenorio para entorpecer el paso y este pudo derrotar y dar muerte a Abd-al-Malik, hijo del caudillo de los benimerines. Sin embargo las fuerzas islamitas eran muy superiores y el 16 de abril de 1340 Tenorio moría al ser apresada su galera.
     Con el puente del Estrecho despejado, los benimerines pudieron culminar con comodidad el desembarco y prepararse para la batalla. Con Alfonso XI formaba su suegro Alfonso IV de Portugal y buena parte de la nobleza castellana y aragonesa, incluido el infante renegado don Juan Manuel, el ilustre literato. Nuevamente, como en Las Navas, los reinos cristianos hacían frente al islamista unidos por un espíritu de cruzada. El enfrentamiento fue feroz, pero el ejército musulmán se vio sorprendido por el ataque de la guarnición tarifeña por su retaguardia. Las crónicas, sin duda exageradas, hablan de 30.000 prisioneros. Sin embargo, Alfonso XI no dio la victoria por conseguida. Emprendió la entrada en Granada, sólo para persuadir al rey nazarí y se lanzó sobre Algeciras, ciudad que estuvo cercada hasta el 25 de marzo de 1344, en que se rindió tras un enorme desgaste. Aún trataría Alfonso de rematar la faena en Gibraltar, pero la ciudad del peñón resistiría hasta casi un siglo después. En cualquier caso la batalla por el Estrecho estaba ganada y Castilla seguía aumentando sus dominios.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1735  Nace en Massachussets John Adams, segundo presidente de Estados Unidos.
1793  Condenados a muerte los dirigentes girondinos.
1861  Convenio entre España, Francia y Gran Bretaña para tomar medidas contra México, que no paga la deuda exterior.
1864  Finaliza con la Paz de Viena la guerra que Prusia y Austria sostenían con Dinamarca.
1956  Fallece Pío Baroja, novelista español.

29 de Octubre de 1936

Muere Ramiro de Maeztu


El 29 de octubre de 1936 moría Ramiro de Maeztu, fusilado por las milicias republicanas en la primera fase del conflicto civil. Su pensamiento había evolucionado desde posiciones de extrema izquierda hasta una más tradicional, nacional y católica, como explicaba en su último libro, Defensa de la Hispanidad. También su amigo Azorín había arrancado desde la izquierda anarquista y furibunda para terminar mucho más centrado, pero el cambio en Maeztu se había dado en mucho menos tiempo y entre posiciones más distantes. Maeztu fue un hombre vital y un pensador vehemente, de marcada vena nietzscheana, al que le encantaba la discusión entre pares. Su ámbito era el intelectual, nunca fue un agitador ni tuvo la categoría de movilizador de masas.
     Maeztu vivirá tres años en La Habana y regresará a España con ideas anarquistas. Sus primeros artículos periodísticos y reflexiones quedarán recogidos en una primera obra, Hacia otra España (1899), donde tratará de aportar las claves de la decadencia del país, al tiempo que muestra una clara tendencia europeísta. Maeztu pasará gran parte de su tiempo fuera de España, sobre todo en Inglaterra, desde donde divulgará las vanguardias del pensamiento y las distintas corrientes intelectuales que circulaban por Europa.
     En Inglaterra irá obrando su transformación. Del socialismo gremialista británico tomará la tendencia corporativista que va fraguando en su concepción del Estado.
     Para Maeztu la categoría básica del hombre era la función, el servicio básico que prestaba a los demás y por el que se sacrificaba para el bien común. De esta idea de sacrificio renacerá lo religioso y también se encontrará con el poder y reconocerá su importancia. Para Maeztu lo individual debía sacrificarse por lo colectivo y lo colectivo por los valores espirituales y supremos, es decir, por Dios.
     En su última obra, Defensa de la Hispanidad, Maeztu crea la figura del caballero de la Hispanidad, un trasunto de superhombre cuyos valores son el servicio, la jerarquía y la hermandad, y los opone a los de libertad, igualdad y fraternidad. Maeztu encuentra en la historia de España la defensa de estos principios, en la grandeza imperial, en la labor civilizatoria de América, etc.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1207  Rodrigo Jiménez de Rada, futuro obispo de Osma y arzobispo de Toledo, logra la paz entre Alfonso VIII y Sancho VII tras una entrevista en Guadalajara. El religioso conseguirá la unidad de la cristiandad ante el temible enemigo almohade.
1783  Fallece Jean le Rond d’Alembert, matemático francés.
1876  En España se establece la Institución Libre de Enseñanza.
1897  Nace en Westfalia Joseph Goebbels, líder del Partido Nazi.
1923   Kemal Ataturk asume la presidencia de la nueva República de Turquía.

28 de Octubre de 1866

Nace Ramón María del Valle-Inclán, 
creador del esperpento

Don Ramón María del Valle-Inclán y Montenegro (1866-1936) fue el nombre con que se hizo conocer el escritor llamado Ramón José Simón Valle Peña, poeta, dramaturgo y novelista, y renovador de todos esos géneros, nacido en Arosa, Galicia. Es la cumbre del modernismo español y el creador del esperpento, que es tanto un género teatral como una concepción del mundo y de la vida. Dice Valle en Luces de Bohemia, una pieza teatral en la que se hallan todas las claves de su estética, que «el sentido trágico de la vida española sólo puede ofrecerse con una estética sistemáticamente deformada», como en los espejos que la reflejan con distorsiones, como un «esperpento», como algo grotesco o desatinado. Él mismo es una creación esperpéntica, con su larguísima barba, sus melenas y una manquera sobre la que hizo circular las más diversas leyendas, incluida la de un duelo que probablemente nunca haya tenido lugar. Venía de una familia de hidalgos venidos a menos y su vida tuvo más de invención fabulosa que de verdadera aventura, como él prefería hacer creer. Detestaba a Benito Pérez Galdós, al que llama despectivamente «el garbancero», por su empeño realista, y a José de Echegaray, por su pomposidad y el estruendo de sus composiciones para la escena; según Gómez de la Serna, llegó a impedir la representación de una obra de Echegaray encerrando en su camerino a la protagonista y respondiendo, cuando le pidieron la llave: «La he tirado al mar». Se ganó la enemistad de los nacionalistas gallegos de su tiempo, que le reclamaban que escribiera en su lengua regional, al declarar que él escribía «en la lengua de veinte naciones y no en la de cuatro provincias». Después de abandonar los estudios de Derecho al morir su padre, marchó a Madrid, donde se hizo conocer por sus posiciones irreductibles y su ingenio, pero no logró establecerse. Siguieron México, donde estuvo un año, durante el régimen de Porfirio Díaz, modelo del dictador de su novela Tirano Banderas. Entre 1902 y 1905 aparecieron las Sonatas (de estío, de primavera, de otoño y de invierno), cumbre de la prosa modernista en España. En 1907 se casó con la actriz Josefina Blanco y publicó Águilas de blasón, Aromas de leyenda, Versos en loor de un santo ermitaño, Romance de lobos y El marqués de Bradomín. Coloquios románticos. En 1908 inició el ciclo de novelas «La guerra carlista»: Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño. En 1910 se presentó a diputado por el Partido Carlista, sin éxito.
  
Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1538  En La Española, mediante la bula del papa Paulo III, se funda en Santo Domingo de Guzmán la Universidad de Santo Tomás de Aquino, la primera de América.
1570  Tras la Guerra de las Alpujarras se decreta la expulsión de los moriscos de Granada.
1759  Nace George Jacques Danton, figura de la Revolución francesa.
1956  Primera retransmisión de Televisión Española.
1977  Fallece Miguel Mihura, escritor y humorista español.

27 de Octubre de 1795

España y Estados Unidos firman su primer tratado


El 27 de octubre de 1795, España y Estados Unidos firmaron en El Escorial el Tratado de San Lorenzo, llamado también Tratado de Amistad, Límites y Navegación —en América, Tratado Pinckney—, con el propósito de precisar las fronteras entre el territorio americano y las posesiones españolas de las dos Floridas y Luisiana, y fijar los derechos de navegación del río Misisipi. Por la parte española, firmó Manuel Godoy, enviado de Carlos IV; por la americana, Thomas Pinckney. El tratado fue ratificado por el presidente Washington, en Filadelfia, el 7 de marzo, y por el monarca español, en Aranjuez, el 25 de abril del año siguiente. España había apoyado desde el principio a los colonos que se habían rebelado contra Inglaterra, con armas, municiones y dinero, pero el conde de Floridablanca no sólo no deseaba participar en la Guerra de Independencia, sino que hasta aspiraba a ser mediador. Francia entró resueltamente en la guerra en 1778, aliándose con los colonos, y su intervención fue decisiva. Finalmente, España hizo lo mismo al año siguiente, declarando la guerra a Inglaterra, aunque no sin antes firmar con Francia el Tratado de Aranjuez del 12 de abril de 1779, secreto, en el que se aseguraba la colaboración francesa en la recuperación de Menorca, Mobile, Pensacola, la bahía de Honduras y la costa de Campeche, y el compromiso de no firmar una paz que no implicara la devolución de Gibraltar. Por todo ello se arribó al Tratado de San Lorenzo, por el que no sólo se establecieron las fronteras de las dos Floridas y de Luisiana, sino que se formó una comisión de topógrafos de ambos países encargados de fijar la frontera sobre el terreno; también logró España la libre navegación del río Misisipi para las dos partes. Los firmantes se obligaron a reprimir a los indios de su territorio que atacaran a su vecino, y a no establecer alianzas con indios del otro lado del límite. Igualmente, se comprometieron a proteger los buques de los dos países y a socorrerlos en caso de naufragio. Los ciudadanos de cada país podían disponer de herencias o donaciones en el otro. En caso de guerra entre España y Estados Unidos, los ciudadanos de las dos naciones tendrían un año para abandonar territorio enemigo. Igualmente, se establecía el libre comercio de cualquier mercancía, salvo armas, y el intercambio de cónsules.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1275  Fundación de la ciudad de Ámsterdam.
1463  Las fuerzas favorables a la revolución ofrecen el trono catalán a Pedro de Portugal. 
1553  En las afueras de Ginebra los protestantes queman vivo al médico y humanista Miguel Servet.
1807  El tratado franco-español de Fontainebleau establece la partición de Portugal.
1951  Winston Churchill vuelve a ser el primer ministro británico tras la victoria conservadora en las elecciones generales.

26 de Octubre de 1111

Urraca y Alfonso I, un matrimonio mal avenido

El 26 de octubre de 1111 Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, y la reina Urraca de Castilla y León se enfrentaron en la batalla de Candespina. El episodio podría encajar dentro de la rivalidad fronteriza que durante el siglo xii se libró entre los reinos de España, de no ser por un curioso detalle: Urraca y Alfonso I se habían casado en septiembre de 1109 y eran por tanto marido y mujer. Alfonso I el Batallador fue el más avezado de los caudillos cristianos en la España posterior al Cid. Soltero hasta los 36 años, representaba la figura del monje-soldado tan típica de las órdenes militares de la época. Caballero cruzado, dicen que frecuentaba el trato de los hombres y parecía inclinado a la misoginia. Antes de morir, el rey castellano Alfonso VI pensó en Alfonso como marido de su hija Urraca, de forma que en la figura del valeroso Rey se produjese la unión de todos los reinos cristianos contra los almorávides. Se trataba de un precoz proyecto de unión hispánica, casi cuatro siglos antes de los Reyes Católicos, pero el destino de este enlace estaba lejos de poder compararse al de Isabel y Fernando.
     La boda se produjo finalmente en septiembre de 1109. Con ella los cónyuges unían los reinos de Aragón, Navarra, Castilla y León. Pero el espejismo de una verdadera unión de reinos cristianos duró tan poco como tardaron en desatar su ambición las distintas facciones en liza. Nobles castellanos, nobles gallegos, el poderoso clero empeñado en disolver el enlace y la presencia de los condes de Portugal, también interesados en picotear de la tarta castellana, fueron demasiado para una pareja que ya en condiciones normales se soportaba con dificultad. Urraca era caprichosa, voluble, sensual, Alfonso austero, parco, autoritario; ninguno supo entenderse con el otro ni buscar solución común. Hasta cinco rupturas con sus consiguientes reconciliaciones jalonaron la crónica de su reinado. En una de ellas, Alfonso llegó a encerrar a su esposa lanzando una feroz batida sobre el clero castellano que había buscado la nulidad de su matrimonio esgrimiendo una lejana relación de parentesco entre los cónyuges. La afrenta, una vez liberada la Reina, se dirimió en los Campos de la Espina, cerca de Sepúlveda, y venció con facilidad el Rey Batallador, cuya habilidad en la guerra era sólo comparable a su ineptitud para templar el fuerte carácter de su esposa.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1524  Las tropas de Francisco I vuelven a ocupar Milán.
1795  Se disuelve la Convención en la Revolución francesa.
1856  Nace José Ortega Munilla, escritor y periodista español, padre de José Ortega y Gasset.
1874  Fallece Peter Cornelius, compositor y poeta alemán.
1905  Suecia reconoce la independencia de Noruega.

25 de Octubre de 1906


El Premio Nobel de Medicina le es concedido a Ramón y Cajal
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), a quien se concedió el Premio Nobel de Medicina el 25 de octubre de 1906, descubrió la morfología y las conexiones entre las células nerviosas, y desarrolló la «doctrina de la neurona», a partir del hecho de que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Nacido en Navarra por una especial circunstancia laboral de su padre, Cajal era aragonés por sangre, cultura, carácter y vinculación con la tierra. Al margen de sus tempranamente manifiestas dotes para el dibujo, que tan útiles le serían a la hora de comunicar sus hallazgos en el nivel microscópico en una época en que la fotografía aún no se hallaba lo bastante desarrollada como para servirse de ella, Cajal fue un gran deportista, uno de los primeros culturistas de España. Estudió Medicina en Zaragoza y fue llamado a filas poco después de licenciarse. Eran los tiempos de la guerra de independencia de Cuba, por entonces provincia española, y Cajal fue destinado a Sanidad Militar en la isla, con grado de capitán. Le enviaron a Camagüey, donde pululaban los mosquitos del paludismo, pero se negó a buscar un mejor destino con las cartas de recomendación que le había entregado su padre. En la selva pantanosa y en una enfermería llena de soldados con fiebres y disentería, Cajal se contagió. Regresó a casa en 1875, con «caquexia palúdica grave», declarado inútil para campaña. Podía haberse perdido allí uno de los mayores talentos de la ciencia española. Aun así, se recuperó y ese mismo año inició su doctorado. Fue investido tras conseguir la cátedra de Histología en Madrid. Enseñó distintas ramas de la Medicina en Zaragoza, Valencia y Barcelona. Enfermó de tuberculosis en 1878 y, gracias a su espléndida constitución, la superó como había superado las fiebres. En 1888 descubrió las claves de la diversidad morfológica y los procesos conectivos de las neuronas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal, la «doctrina de la neurona», que fue aceptada en 1889 en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, en Berlín, y que incluye la ley de la polarización dinámica, que explica la transmisión unidireccional del impulso nervioso. Entre 1897 y 1904 publicó, en forma de fascículos, su obra magna, Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:
1767  Fallece Benjamin Constant, político y escritor francés de origen suizo.
1825  Nace el compositor austriaco Johan Strauss.
1836  Se instala en la Plaza de la Concordia de París el obelisco de Tebas, regalo de Egipto.
1838  Nace el compositor Georges Bizet, autor de la ópera Carmen.
1977  Pactos de la Moncloa ante la grave situación económica.

portada

Pedro García Luaces

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